Hola!! Bueno, ya me di cuenta de lo desaparecida que estoy, y lo siento chicas, pero voy a estar hecha un caos durante unos cuantos días... así que, gracias por sus comentarios, premios y visitas, significan muchisimo para mi ^^ Pronto les estaré contando a que se debe tanta agitación en mi normalmente tranquila vida. (Hey! a lo mejor les interesa un poquito lo que me pasa! :P)
Por ahora me desatrazo, con una reseña que tenía pendiente: El arte de la seducción. Si el título y la increible carátula (sobretodo para un libro de este género, cuyas portadas siempre son... hmm, interesantes) no es suficiente para llamar su atención la historia que contiene este libro debería hacerlo. Como recordarán, amo las historias de época, y esta en particular se desarrolla en Londres del siglo XVII. Parris (mi personaje favorito), es una chica que trata de poner en su lugar a los "caballeros" que se pasan de listos con las mujeres exponiendolos y haciendolos pagar por sus engaños; es inteligente, aventurera y arriesgada, todo lo que no se supone que sea una dama de su época. Dominick, de quien está enamorada desde que era una niña, regresa para robarse la paz que había logrado... sexy y decidido, su ex-mejor amigo hará todo lo que esté en sus manos por recuperar a la única persona que lo ve como realmente es, y en el proceso, descubrirá (o mejor, recordará) la verdadera razón de su abandono.
Chicas, de verdad, tienen que leer este libro! romance, escenas hot y una trama que las va a dejar suspirando por días. Las dejo con esta increible historia y espero que la disfruten! Para descargar, haz click sobre el nombre del libro. EL ARTE DE LA SEDUCCIÓN
Una sensual historia de amor en la que un Duque descubrirá que la niña que lo encandiló se ha convertido en la mujer que desea. Parris Sutherland hace caso omiso de las habladurías de las que es objeto después de que fuera plantada en el altar. Ahora tiene una importante misión, hacerse pasar por Lady Escrúpulos y vengarse de todos aquellos libertinos que rompen los corazones de inocentes mujeres. El único problema es que es incapaz de resistirse al hombre que fue su protector en la infancia, Dominick Carlisle, que acaba de regresar tras ocho años de ausencia. Como el nuevo Duque de Wakefield, Dominick no tiene el más mínimo interés en los derechos y obligaciones que su recién estrenado "cargo" conlleva. Por el contrario, está dispuesto a desenmascarar a Lady Escrúpulos -y más si con ello consigue distraerse de los sentimientos que le inspira Parris y los sueños que le tienen cautivado desde que una bochornosa noche, hace mucho tiempo, se topó con una misteriosa jovencita que lo encandiló. Y cuando Dominick descubre que no puede evitar dejar de pensar en ella, se jura a sí mismo enseñarle una lección y llevarla hasta el altar.
Ella me llamó, y tan sólo el sonido de su voz hizo que mi corazón se acelerara.
“¡Ayúdame!”
Ella estaba cayendo, tambien. Yo estiré mi brazo, tratando de atraparla. Lo intenté, pero todo lo que alcancé fue aire. No había suelo debajo de mis pies, y yo estaba aferrándome al lodo. Las puntas de nuestros dedos se tocaron y vi chispas verdes en la oscuridad.
Entonces ella se resbaló entre mis dedos, y todo lo que pude sentir fue pérdida.
Limones y romero. Podía olerla incluso entonces.
Pero no pude atraparla.
Y yo no podía vivir sin ella.
Me senté con un salto, tratando de normalizar mi respiración.
“¡Ethan Wate! ¡Despierta! No voy a permitir que llegues tarde al primer día de clase” Yo podía oír la voz de Amma llamándome desde abajo.
Mis ojos se enfocaron en un halo de luz que atravesaba la oscuridad. Podía escuchar el tamborileo de la lluvia resonando contra nuestra vieja plantación. Debe estar lloviendo. Debe ser de mañana. Yo debo estar en mi habitación.
Mi habitación estaba caliente y húmeda, por la lluvia. ¿Por qué estaba mi ventana abierta?
Mi cabeza estaba matándome. Caí de nuevo en la cama, y el sueño retrocedió como siempre lo hacía. Estaba seguro en mi cuarto, en nuestra antigua casa, en la misma cama de caoba en la que probablemente habían dormido seis generaciones de Wates antes de mí, donde la gente no caía en pozos hechos de lodo, y nunca pasaba nada en realidad.
Me quedé mirando el techo de yeso, pintado del color del cielo para evitar que las abejas carpinteras aniden en el. ¿Qué me está pasando?
He estado teniendo este sueño por meses. Incluso cuando no puedo recordarlo todo, la parte que recordaba siempre era la misma. La chica estaba cayendo. Yo estaba cayendo. Yo tenía que aguantar, pero no podía. Si me soltaba, algo terrible iba a pasarle a ella. Pero esa era la cosa. Yo no podía soltarme. No podía perderla. Era como si estuviera enamorado de ella, aunque no la conocía. Casi como amor antes de la primera vista.
Lo que parecía bastante loco porque ella era tan sólo una chica en un sueño. Ni siquiera sabía cómo se veía. Había tenido el mismo sueño durante meses, pero en todo este tiempo nunca he visto su cara, o no podía recordarla. Todo lo que sabía es que el mismo sentimiento horrible lo tenía cada vez que la perdía. Ella se deslizaba entre mis dedos, y yo sentía mi estómago caer-de la forma en que sientes cuando estás en una montaña rusa y el auto toma una bajada profunda.
Mariposas en tu estomago. Esa era una metáfora bastante mala. Mis audífonos estaban aún enredados en mi cuello, y cuando mire mi iPod, vi una canción que no reconocía.
Dieciséis Lunas.
¿Que era eso? Presioné el botón. La melodía era obsesionante. No podía identificar la voz, pero me sentía como si la hubiera escuchado antes.
Dieciséis lunas, dieciséis años.
Dieciséis de tus miedos más profundos.
Dieciséis veces tú soñaste con mis lágrimas.
Cayendo, cayendo a través de los años.
Tenía un humor cambiante, tétrico-casi hipnótico.
“Ethan Lawson Wate!” Podía oír a Amma gritar sobre la música.
La apagué y me senté en mi cama, quitándome de encima las cobijas. Mis sábanas se sentían como si estuvieran llenas de arenas, pero yo sabía lo que pasaba.
Era tierra. Y mis uñas estaban llenas de lodo negro, justo como la última vez que tuve el sueño.
Arrugué la sabana, dejándola debajo de la camisa sudorosa del entrenamiento de ayer. Me metí en la ducha y traté de olvidarlo mientras fritaba mis manos, y las últimas marcas negras de mi sueño desaparecían en el desagüe. Si no pensaba en eso, no estaba pasando. Pero no era así cuando se trataba de ella. No podía evitarlo. Siempre pensaba en ella. Seguía regresando al mismo sueño, incluso cuando no podía explicarlo. Así que ese era mi secreto, todo lo que había para contar. Yo tenía dieciséis años, estaba enamorándome de una chica que no existía y estaba enloqueciéndome lentamente.
Sin importar que tan fuerte me fregara, no podía hacer que mi corazón dejara de acelerarse. Y sobre el olor del jabón de marfil y del Shampoo Stop & Shop, podía olerlo. Sólo un poco, pero sabía que estaba ahí.
Limones y romero.
Bajé al primer piso a la reconfortante igualdad de las cosas. En la mesa del desayuno, Amma servía en la misma vieja vajilla azul y blanca -Platos dragón, como la llamaba mi mamá-huevos fritos, tocino, tostadas con mantequilla y sémola de maíz estaban en frente mío. Amma era nuestra ama de llaves, pero era más como mi abuela, excepto que era más inteligente y rara que mi verdadera abuela. Amma prácticamente me había criado, y ella sentía que su misión personal era hacerme crecer al menos otros treinta centímetros, incluso cuando ya medía 1,87. Esta mañana estaba extrañamente hambriento, como si no hubiera comido durante una semana. Me serví un huevo y dos piezas de tocino en mi plato, sintiéndome mejor. Le sonreí con mi boca llena.
“No te preocupes por mi Amma. Es el primer día de escuela.” Ella descargó un vaso gigante de jugo de naranja y uno aún más grande de leche- leche entera, del único tipo que consumimos por aquí - frente a mí.
“¿Se acabó la leche achocolatada?” Yo tomaba leche achocolatada de la misma forma en que algunas personas tomaban Coca cola o café. Incluso en la mañana, siempre estaba en busca de mi próxima dosis de azúcar.
“A.C.O.S.T.U.M.B.R.A.T.E.”Amma tenía un crucigrama para todo, entre más larga la palabra, mejor, y a ella le gustaba usarlos. La forma en que te deletreaba las palabras letra por letra, se sentía como si te estuviera acariciando la cabeza, cada vez. “Como en, acostúmbrate. Y ni se te ocurra poner un píe fuera de esa puerta hasta que te bebas la leche que te serví.”
“Si señora.”
“Veo que te arreglaste”. No lo había hecho. Estaba usandojeans y una camisa desteñida, como casi todos los días. Todas ellas decían cosas diferentes; la de hoy era de Harley Davidson. Y los mismosnConverse que había usado durante los últimos tres años.
“Pensé que ibas a cortarte ese cabello” Ella lo dijo con una pequeña mueca, pero yo lo reconocía por lo que era: simple y viejo cariño-
“¿Cuando dije eso?”
“¿No sabes que los ojos son la ventana del alma?”
“Tal vez no quiero a nadie asomándose a la mía”
Amma me castigó con otro plato de tocino. Ella medía apenas 1,50 y era probablemente más vieja que los Platos Dragón, aunque en cada cumpleaños ella insistía en que apenas tenía cincuenta y tres. Pero Amma era cualquier cosa excepto una cálida ancianita. Ella era la autoridad absoluta en mi casa.
“Bien, no creas que vas a salir con el cabello mojado en este clima. No me gusta cómo se siente esta tormenta. Como si algo malo hubiera molestado al viento, y no hay forma de detener un día así. Tiene voluntad propia”.
Yo rodé mis ojos. Amma tenía una forma particular para referirse a las cosas. Cuando ella estaba de ese humor, mi mamá solía llamarlo irse a la oscuridad - la religión y la superstición mezcladas, como sólo se podía hacer en el sur. Cuando Amma estaba oscura, era mejor simplemente mantenerse fuera de su camino. Igualmente era mejor dejar sus amuletos en las ventanas y las muñecas que hacía en los cajones donde las dejaba.
Yo engullí otra carga de huevo y terminé mi desayuno de campeones - huevos, jamón y tocino, todo embutido en un sándwich tostado. La puerta del estudio de mi padre a estaba cerrada. Mi papá escribía toda la noche y dormía en el viejo sofá de su estudio durante el día. Así había sido desde que mamá murió el pasado Abril. El bien podría ser un vampiro; eso es lo que mi tía Caroline dijo después de quedarse con nosotros esa primavera. Probablemente había perdido mi posibilidad de verlo hasta mañana. No había forma de abrir esa puerta después de que era cerrada.
Escuché un claxon desde la calle. Link. Agarré mi desgastada maleta negra y corrí desde la puerta hacia la lluvia. Podrían haber sido las siete de la noche tan fácil como las siete de la mañana, así de oscuro estaba el cielo. El clima había estado extraño los últimos días.
El auto de Link, el Beater, estaba en la calle, su motor ronroneando, la música a todo volumen. Yo había ido con Link a la escuela desde el Jardín de infantes, cuando nos convertimos en mejores amigos después de que él me diera la mitad de su Twinkie en el bus escolar. Sólo fue después cuando descubrí que lo había dejado caer al suelo.
Aun cuando los dos habíamos obtenido nuestras licencias este verano, Link era el único que tenía un auto, y ese era el fin de la historia.
Por lo menos el motor del Beater estaba a salvo de la tormenta.
Amma se paró en el porche, sus brazos cruzados desaprobatorios. “No pongas esa música ruidosa aquí, Wesley Jefferson Lincoln. No creas que no voy a llamar a tu mamá para contarle lo que estuviste haciendo el verano de cuando tenías nueve años en el sótano”
Link parpadeó. No muchos lo llamaban por su nombre real, excepto su madre y Amma.
“Si señora.”
La puerta se cerró con un estruendo. El se rió, girando sus ruedas sobre el asfalto mientras salía de la entrada. Como si estuviéramos escapándonos, lo que describía bastante bien la forma en que conducía siempre. Excepto que nunca nos íbamos lejos.
“¿Qué hiciste en mi sótano cuando tenías nueve años?”
“¿Qué no hice en tu sótano cuando tenía nueve años?” Link le bajó el volumen a la música, lo que era bueno, porque era terrible y el estaba a punto de preguntarme si me gustaba, como lo hacía todos los días. La tragedia de su banda, Quién le disparó a Lincoln, era que ninguno de sus integrantes podía tocar realmente un instrumento ni cantar. Pero el siempre estaba hablando de tocar la batería y mudarse a New York después de la graduación y contratos de grabación que probablemente nunca iban a firmarse. Y por probablemente, me refiero a que él es más propenso a hundirse en una esquina del parqueadero del gimnasio, totalmente borracho.
Link no quería ir a la universidad, pero aún así tenía las cosas más claras que yo. El sabía lo que quería hacer, incluso cuando era bastante difícil. Todo lo que yo tenía era una caja de zapatos llena de panfletos de Universidades que no le podía enseñar a mi papá. No me importaba de cual se tratara, mientras estuvieran por lo menos a mil millas de Gaitlin.
Yo no quería terminar como mi papá, viviendo en la misma casa, en el mismo pequeño pueblo en el que crecí, con la misma gente que nunca ha intentado irse de aquí.
A cada lado de nosotros, viejas casas Victorianas delineaban las calles, casi igual a cuando fueron construidas hace cien años. Mi calle se llamaba Cotton Bend porque esas casas viejas solían preceder millas y millas de campos de algodón. Ahora ellas simplemente precedían la Ruta 9, lo que era casi la única cosa que había cambiado por aquí.
Tomé una dona glaseada de la caja que estaba en el suelo del auto. ” ¿Tu subiste esa rara canción a mi iPod anoche?”
“¿Cual canción? ¿Qué piensas de esta?” Link puso su último demo.
“Creo que necesitas trabajar en ella. Como todas tus canciones” Era lo mismo que le decía todos los días, más o menos.
“Si, bien, tu cara va a necesitar que trabajen en ella después de que te de una buena golpiza”. Era lo mismo que él respondía todos los días, más o menos.
Yo busqué en mi lista de reproducción.“La canción, creo que se llamaba Dieciséis lunas o algo así”
“No sé de qué estás hablando”. No estaba ahí. La canción había desaparecido, pero yo acababa de escucharla esta mañana. Y yo sabía que no me la había imaginado, porque aún la tenía en mi cabeza.
“Si quieres escuchar una canción, te pondré una nueva.” Link miró hacia abajo buscando la canción.
“Hey, hombre, mantén tus ojos en la carretera”
Pero él no lo hizo, y de reojo, vi un extraño auto pasar frente a nosotros...
Durante un segundo, los sonidos de la carretera y la lluvia y Link se disolvieron en el silencio, y pareció como si todo estuviera moviéndose en cámara lenta. No podía apartar mis ojos del auto. Era simplemente un sentimiento, nada que pueda describir. Y entonces, nos sobrepasó, girando hacía otra vía.
No reconocí el auto. Nunca lo había visto antes. Ustedes no pueden imaginarse lo imposible que es eso, porque conozco cada uno de los autos del pueblo. En esta época del año no había turistas. Ellos no se arriesgarían en plena temporada de huracanes.
Este auto era largo y negro, como un coche fúnebre. De hecho, estaba bastante seguro de que eso es lo que era. Tal vez era una premonición. Tal vez este año iba a ser peor de lo que me imaginaba.
“Aquí está.”Pañuelo Negro”. Esta canción me va a convertir en una estrella.”
Para cuando el levantó la mirada, el auto había desaparecido.
LEE EL CAPITULO 3, MAÑANA EN EL BLOG DE MI SIS RANIA, NENAS BELIKOV
Hola tod@s!Como les había contado, hoy comenzamos con este nuevo proyecto que me tiene emocionadísima.La historia está cargada de suspenso y misterio (notaron que la sinopsis realmente no revela nada??). Yo tampoco pienso dañar la sorpresa asi que iremos entendiendo a medida que avance la traducción.Este es un proyecto conjunto entre las Nenas Belikov, Luna Azul, nuestra amiga Clo y yo. Asi que el libro lo estarán leyendo en los 3 blogs simultaneamente. Para que no hayan confusiones estaremos dejando el link al final de cada capitulo para que sepan donde continuan leyendo :)Asi que sin más, les dejo el primer capitulo de este libro que espero nos atrape a todas.
BEAUTIFUL CREATURES Capitulo 1 Traducido por Caty
ANTES
EN MEDIO DE LA NADA
Había sólo dos tipos de personas en nuestro pueblo. “Los estúpidos y los atascados”. Mi padre había clasificado afectuosamente a nuestros vecinos “los que están obligados a quedarse o los que son muy imbéciles para marcharse. Todos los demás encuentran una razón para irse”.
No quedaba duda del grupo en el que él se encontraba, pero nunca tuve el valor para preguntar por qué. Mi padre es un escritor y nosotros vivimos en Gaitlin, Carolina del Sur, porque los Wates siempre lo han hecho, desde que mi tatara-tatara-tatara abuelo, Ellis Wate, luchó y murió del otro lado del río Santee durante la guerra civil.
La gente de aquí abajo eran los únicos que no la llamaban Guerra Civil. Todas las personas menores de sesenta años la llaman la Guerra entre los estados, mientras que cualquiera de más de sesenta la llama la Guerra de la agresión norteña, como si alguien del norte hubiera envuelto al sur en una guerra por una mala cosecha de algodón. Todos, y eso quiere decir todos excepto mi familia. Nosotros la llamamos Guerra Civil.
Otra razón por la que no podía esperar para largarme de aquí.
Gaitlin no es como los pequeños pueblos que ves en las películas, a menos que sea una película de hace cincuenta años. Estábamos demasiado lejos de Charleston para tener un Starbucks o un Mc Donald’s. Todo lo que teníamos era el Rey de los lácteos, y el nombre del local estaba incompleto en el aviso, ya que los Gentrys habían sido demasiado tacaños para comprar todas las letras. La biblioteca aún funcionaba con un sistema de fichas, la escuela aún tenía pizarras con pintura verde, y nuestra piscina pública era el lago Moultrie, con todo y su agua turbia y tibia.
Podías ver una película en el Cineplex más o menos en la misma época que salía a la venta el DVD, pero para eso tendrías que conseguir que te llevaran hasta Summerville, hasta la Universidad del estado. Las tiendas estaban en la calle Main, las casas bonitas en River y todos los demás vivíamos al sur de la ruta nueve, donde el pavimento se desintegraba en pequeñas piedritas de concreto- terribles para caminar, pero perfectas para lanzárselas a las zarigüeyas rabiosas, los animales más malvados que existen. Uno nunca ve eso en las películas.
Gaitlin no era un lugar complicado, Gaitlin era simplemente Gaitlin.
Los vecinos vigilaban desde sus porches durante los insoportables veranos, sofocándose sin razón. No tenía sentido. Nada cambiaba nunca. Mañana sería mi primer día en la escuela Stonewall Jackson, y ya sabía todo lo que iba a pasar- donde me iba a sentar, a quien le iba a hablar, las bromas, las chicas, quien iba a parquear donde.
No había sorpresas en el Condado de Gaitlin, nosotros estábamos en medio de la nada.
Por lo menos eso era lo que yo pensaba, mientras cerraba mi gastada copia de Casa del terror 5, apagaba mi iPod y desconectaba la luz, ese último día de verano.
Resultó que no podía estar más equivocado.
Había una maldición.
Había una chica.
Y al final, había una tumba.
Yo nunca lo vi venir.
ESPEREN MAÑANA EL SEGUNDO CAPITULO, AQUI EN COSAS DE CATY
Hola tod@s! Y? que piensan después de leer el primer capitulo de SPIRIT BOUND? Al parecer Adrian está realmente cambiado y aunque Rose sigue enamorada de Dimitri está tratando de salir adelante, hay que reconocer la fuerza de esta chica, aunque sigo sin saber como sentirme al respecto, por cosas como esta es que me encanta su personaje.
Pero bueno... a lo que vine :P, el 18 de Septiembre pasado, en la fiesta de lanzamiento de BLOOD PROMISE en Australia, Richelle Mead leyó uno de los capitulos de SPIRIT BOUND como adelanto especial. NO ES EL PRIMER CAPITULO. Mi sis dice que es el diez, pero la verdad no estoy segura, sólo se que nos ubica un poco en la realidad que Rose estará enfrentando después de la academia. Al parecer no fue escogida como la guardiana de Lissa, y como siempre está metida en serios problemas.
Asi que, aqui les traigo mi super sorpresa, el video, lo traduje tan fielmente como pude :) Otro pequeño adelanto de SPIRIT BOUND. Leánlo y opinen...
Richelle: Ok, lo que estoy a punto de leerles, es de hecho, unos 2/3 de un capítulo de Spirit Bound, es como una rápida escena para que empiecen a pensar lo que podría pasar en este libro. Si leyeron Blood Promise, oh, esperen, creo que fue Shadow Kiss, donde Rose recibió una lectura del tarot. Y en esta escena, ella está visitando de nuevo a la misma gente y obtiene una lectura nueva.Así que pueden volver a sus casas esta noche y preguntarse qué significa todo esto.
Así que, obviamente estamos de regreso a la corte real. Y yo estoy perdiendo mi voz…
Ambrosse era una verdadera ironía dentro de nuestra cultura. Un macho dhampir que nunca tomó sus votos como guardián y que tampoco escapo a vivir entre humanos. Las hembras dhampir comúnmente renuncian a sus deberes de guardianas para encargarse de sus familias, por eso somos tan escazas. Pero de acuerdo a la opinión general,los hombres no tenían ninguna excusa. Y sin embargo, en lugar de preocuparse por eso, Ambrosse escogió quedarse y simplemente trabajar para los Moroi de otra manera.
El era esencialmente un sirviente. Uno de clase alta que servía cocteles en las fiestas de la élite y le da masajes a las mujeres de la realeza.
Richelle: Ellos venían teniendo una conversación, así que estamos justo en medio de ello.
“¿Ustedes dos?” dijo el “Pero si ustedes no están en total comunión, ¿entonces quién lo está?” “Es una larga historia.” Le dije. “Yo acabo de ser echada de una reunión del consejo.” El parecía impresionado. “¿Fuiste echada de verdad?”. “Bueno, sacada” Le dije. “Estoy esperando que termine, pero puede tardar bastante” “Bueno, si lo que quieres es matar el tiempo, ¿por qué no vamos a consultar a mi tía Rhonda?” “¿Rhonda?” dije yo. “Sin ofender, pero las habilidades de tu tía no me sorprendieron realmente la última vez.” “No te preocupes” dijo el honestamente. “Pero ella ha estado preguntando por ti y por Vasilisia, así que si tienes un poco de tiempo…”
Yo dudé, no era como si tuviera algo que hacer en este momento. Estaba asediada por todos mis problemas, eso sin mencionar ese estúpido consejo. Aún así, Rhonda, su tía Moroi que además era adivina, no era alguien a quien realmente quisiera ver de nuevo. A pesar de lo que dije, la verdad era que, en retrospectiva, algunas de las predicciones de Rhonda se hicieron realidad. A mi simplemente no me había agradado que lo hicieran.
“Está bien” dije yo, tratando de parecer aburrida. “Tan sólo asegúrate de que sea rápido”.
El sonrió de nuevo, como si pudiera ver a través de mi bravuconería y me llevo a un edificio en el que había estado antes. Era el lujoso Spa frecuentado por la realeza Moroi. La última vez me hicieron allí una manicura y mientras Ambrosse y yo encontrábamos el camino hacia la guarida de Rhonda, sentí un extraño dolor en mi interior. Manicuras y pedicuras. Parecían las cosas más triviales del mundo, pero ese día habían sido maravillosas.
Rhonda leía las cartas en un cuarto trasero que estaba alejado de la zona del spa. A pesar de la sensación clandestina de ello, ella tenía un buen negocio, incluso tenía una recepcionista- o bueno, solía tenerla-esta vez el escritorio estaba vacío. Ambrosse me llevó directamente a la habitación de Rhonda. Se veía exactamente igual que antes. Parecíamos estar dentro de un corazón. Todo era rojo, el empapelado, la decoración y los cojines que cubrían el suelo.
Rhonda estaba sentada en el suelo comiendo una copa de yogur, lo que parecía terriblemente normal para alguien que supuestamente poseía grandes poderes místicos. Rizados cabellos negros caían sobre sus hombros, haciendo resaltar los grandes aros dorados de sus orejas.
“Rose Hathaway” dijo ella alegremente, dejando su yogur a un lado. “Que agradable sorpresa”. “¿No deberías haber sabido que venía?” le pregunté secamente. Sus labios se retorcieron con diversión. “Eso no está dentro de mis poderes.” “Sentimos interrumpir tu almuerzo” dijo Ambrosse, cruzando con gracia sus musculosos brazos y sentándose a un lado. “Rose no es fácil de atrapar. Me imaginé que debía traerla mientras pudiera.” “Eso me imaginé” dijo ella. “Estoy impresionada de que hayas logrado convencerla. ¿Qué puedo hacer por ti, Rose? Yo me encogí de hombros y me senté también. “No lo sé, sólo estoy aquí porque Ambrosse me pidió que viniera” “Ella piensa que tu última lectura no fue muy buena” dijo Ambrosse. “¡Hey!” le dirigí una mirada de desaprobación. “Eso no es exactamente lo que dije”.
La última vez que estuve aquí, Lissa y Dimitri vinieron conmigo. Las cartas del tarot mostraron a Lissa coronada con poder y luz –nada sorprendente. Rhonda le dijo a Dimitri que iba a perder lo que más valoraba. ¿Y a mí? Rhonda me dijo que iba a matar al no-muerto. Yo me burlé de eso, sabiendo que tenía por delante toda una vida de matar Strigois.
“Tal vez otra lectura ayudaría a darle más sentido a la anterior” ofreció ella.
Mi mente estaba preparando otra broma freudiana, por lo que me quedé realmente sorprendida cuando lo que salió de mi boca fue, “Ese es el problema, la lectura anterior si tenía sentido. Estoy más asustada de lo que las cartas puedan mostrar esta vez” “Las cartas no hacen el futuro” dijo ella gentilmente. “Si algo está predestinado, pasará, sin importar si lo ves aquí o no. E incuso así, bien, el futuro está cambiando constantemente. Si no tuviéramos opciones la vida no tendría sentido.” “Ves” dije yo alegremente. “Ese es el tipo de fortuna que uno espera obtener de una gitana” “Vidente” corrigió ella, “no gitana”. A pesar de mi comentario parecía estar de buen humor, la actitud tranquila debía ser cosa de familia.
“¿Quieres las cartas o no?” preguntó. ¿Las quería? Ella tenía razón a cerca de algo. El futuro iba a desarrollarse, lo viera o no en las cartas, e incluso si estas lo predecían, probablemente yo no lo entendería hasta que fuera demasiado tarde.
“Ok” dije yo. “Sólo por diversión, quiero decir, la última vez probablemente fue tan sólo un golpe de suerte.” Rhonda rodó sus ojos, pero no dijo nada mientras comenzaba a revolver sus cartas del tarot. Ella lo hacía con tanta agilidad que parecía que las cartas se movían solas. Cuando finalmente se detuvo, me entregó el bloque para que lo cortara. Lo hice y ella lo cortó de nuevo. “Sacamos tres cartas la última vez, tenemos tiempo de hacer una lectura más profunda si así lo deseas” Yo sacudí mi cabeza. “Sólo tres. Entre más cartas hayan, probablemente menos voy a entender” Eso la hizo sonreír de nuevo. “Está bien, sólo tres” “Espere” dije yo. “Tal vez cuatro” Ella se rió fuertemente. “Así no funciona. Hay tipos de lectura específicos con sus propias cantidades de cartas. Uno tiene tres, el otro tiene diez, tú no puedes escoger cuantas quieres” “Oh” dije yo.
Ella sacó tres cartas y después de un momento una cuarta. “Este será un acuerdo especial” dijo ella “Sólo para ti” “Siempre y cuando eso no haga enojar a las cartas” dije insegura. “Bien” dijo ella. “Dado que no crees en ellas, eso no debería representar un problema”
Entonces, sacó las cartas, dos de las cuales salieron al revés. No me tomé eso como una buena señal. La última vez aprendí que eso hacía que las cartas que parecían felices fueran… bueno, no tan felices.
La primera era el dos de copas, mostraba a un hombre y a una mujer sobre un campo de flores, mientras el sol brillaba sobre ellos. Naturalmente, estaba al revés.
“Las copas están relacionadas con las emociones” Explicó Rhonda. “El dos de copas muestra la unión, un amor perfecto y el florecimiento de las emociones elegidas, pero ya que está invertida-“ “Sabes que” La interrumpí yo. “Creo que ya entendí esa. Puedes saltártela. Tengo una idea bastante clara de lo que significa.”
Ambrosse rió a mi lado y el buen humor de Rhonda disminuyó un poco. No creo que le guste mucho ser interrumpida. Aún así, respetó mi petición y continuó con la siguiente.
La reina de espadas, que también estaba al revés.
“Cartas como esta, hacen alusión a las personas” me dijo Rhonda.
La reina de espadas estaba de pie, con cabello rojizo y una túnica plateada.
“La reina de espadas es muy inteligente, ella representa el conocimiento, la victoria sobre los enemigos y la ambición.” Yo suspiré. “Pero de cabeza…”
“De cabeza” dijo Rhonda, tratando de no reírse “Todas esas cualidades se trastornan. Ella sigue siendo lista y sigue tratando de hacer las cosas a su modo, pero sus decisiones la están llevando por el camino equivocado. Hay mucha hostilidad y decepción aquí. Yo diría que tú tienes un enemigo.” “Si, lo sé” dije yo. “La corona. Creo que puedo adivinar quién es ese enemigo. De hecho acabo de insultarlo y por eso me sacaron del consejo.”
Rhonda no hizo ningún comentario y continuó con la siguiente. Estaba en la dirección correcta, pero yo casi deseaba que no fuera así, tenía un montón de espadas clavadas sobre una corona y una mujer atada a una de ellas con los ojos vendados.
“Ocho de espadas” “¡Oh, vamos!” exclamé “¿Cuál es el asunto de las espadas conmigo? Tú me diste una igualmente depresiva la última vez, la de la mujer llorando frente una pared de espadas”. “Ese era el nueve de espadas” concordó ella. “Hubiera podido ser peor” “Eso no lo creo” dije yo.
Ella extendió sobre la mesa el resto de las cartas, mirándolas detenidamente, y finalmente escogió una. El diez de espadas.
“Podrías haber sacado esta” dijo ella.
Mostraba un hombre muerto, descansando en el suelo con muchas espadas atravesándolo. “Tienes razón” dije yo. “¿Que significa la otra?” “Significa estar atrapado, incapacitado para salir de una situación. También puede significar calumnias y acusaciones, tiene que ver con encontrar la fuerza necesaria para escapar de algo.”
Pensé en la reina y en las cosas que dijo en ese consejo. Esas definitivamente cuentan como acusaciones. ¿Y lo de estar atrapada? Siempre existe la posibilidad de pasar toda una vida haciendo papeleo.
Suspiré. “Está bien, ¿qué significa la última?”
Era la que mejor se veía de las que saqué. El seis de espadas. Tenía un montón de personas paradas sobre lo que parecían aguas lodosas.
“Un viaje” dijo ella. “Pero si acabo de hacer un viaje. Unos cuantos, de hecho.” Yo la miré llena de sospechas. “Oh, esto no se trata de algún tipo de viaje espiritual, ¿verdad?”
Ambrosse se rió de nuevo. “Rose, yo desearía que te leyeran el tarot a diario.” Rhonda lo ignoró. “Si estuviéramos hablando del seis de copas sería posible, pero las espadas son tangibles, esto se trata de un viaje completo y verdadero”
¿A qué lugar del mundo iré? Me pregunté. ¿Significaba eso que iba a hacer un viaje a la academia, como Tatiana sugirió? , ¿O sería posible que a pesar de todas las reglas que incumplí y de insultar a su alteza real, finalmente iba a ser asignada después de todo? ¿O a huir lejos de la corte? Si era así, de verdad deseaba que las cartas dijeran que lo iba a hacer con Lissa. Me hacía desear haber pedido la lectura de diez cartas.
“¿Algo de esto te ayudó un poco?” preguntó Rhonda.
Yo miré de nuevo las cartas. Un corazón roto, un enemigo, acusaciones, trampas, viajes.
“Algunas me dicen cosas que ya sabía, el resto me deja con más preguntas.” Ella sonríe sabiamente. “Así es como suele ser”
Bueno chicas, como siempre, lo prometido es deuda... ya todas saben lo importante que es esta saga para mi y para mi sis Rania, asi que les traemos por fin! la traducción del primer capitulo de SPIRIT BOUND, el quinto libro de VAMPIRE ACADEMY, que sale a la venta el 18 de Mayo del 2010.
La primera parte está en el blog de las NENAS BELIKOV y aqui les dejo la continuación... Además, como les adelantó mi sis, pronto les tengo otra sorpresa relacionada con este libro, estén pendientes y a comentar!!
“Gracias” dije. Sentí la alegría extenderse a través de ella, y continuamos caminando.
Levante mi mano delante de mí, admirando la forma en que las piedras verdes brillaban. Las joyas no eran una gran idea en la clase de desafíos físicos que yo estaría enfrentando, pero iba a tener guantes cubriéndolo.
“Difícil creer que después de esto, habremos terminado y estaremos libres en el mundo real”Yo dije en voz alta, sin considerar realmente mis palabras.
A mi lado, Lissa se congeló, y yo inmediatamente me arrepentí de haber hablado. “Estar libres en el mundo real” significaba que Lissa y yo íbamos a llevar a cabo una tarea con la que ella -infelizmente- había prometido ayudarme hace un par de meses.
Mientras estuve en Siberia, yo me enteré de que podría existir una forma de convertir de nuevo a Dimitri en un dhampir como yo. Era bastante improbable-posiblemente una mentira- y con la obsesión que él tiene con mi muerte, no me hacia ilusiones en cuanto a tener alguna opción excepto matarlo si llegaba al punto de ser él o yo.Pero si había alguna forma en la que yo pudiera salvarlo antes de que eso pasara, tenía que encontrarla.
Desafortunadamente, la única oportunidad de convertir este milagro en una realidad era a través de un criminal. Y no se trataba de cualquier criminal: Víctor Dashkov, un Moroi de la realeza que había torturado a Lissa y que había cometido todo tipo de atrocidades que habían convertido nuestras vidas en un infierno. La justicia había entrado en acción, y Víctor estaba encerrado en prisión, lo que complicaba las cosas. Ahora sabíamos que mientras él estuviera destinado a una vida tras las rejas, no veía ninguna razón para compartir lo que sabía a cerca de su hermano -ilógicamente, la única posibilidad para que Víctor pudiera entregarnos esa información era que nosotros le diéramos la única cosa que nadie más podía: su libertad.
Esta no era una idea a prueba de tontos, por más de una razón. Primero, yo no sabía si esto funcionaría. Esa era una razón bastante grande. Segundo, no tenía idea de cómo propiciar un escape de prisión, eso sin contar con que no sabía dónde estaba su prisión. Y finalmente, estaba el hecho de que estaríamos liberando a nuestro enemigo mortal.
Eso era lo suficientemente devastador para mí, eso sin contar lo que le haría a Lissa. Aún así, sabiendo lo mucho que la idea la afectaba - Y créanme, lo hacía- ella había jurado solemnemente ayudarme. Por supuesto, considerando que no teníamos idea de cómo encontrar la prisión, su promesa podría no ser importante al final. Yo iba a tratar de arreglar el incomodo silencio entre nosotras, explicandole que realmente me refería a que seriamos libres para celebrar su cumpleaños en grande la próxima semana. Mis intenciones fueron interrumpidas por Stan, uno de mis instructores. “Hathaway!” Ladró, acercándose desde el campo. “Gracias por unirse a nosotros. ¡Venga aquí ahora!” .
Los pensamientos sobre Víctor se desvanecieron de la mente de Lissa. Ella me dio un rápido abrazo. “Buena suerte” susurró ella. “No es que la necesites”.
La expresión de Stan me decía que nuestra despedida de diez segundos, fue diez segundos demasiado larga. Yo le agradecí a Lissa con una sonrisa, y entonces ella se marchó a encontrarse con nuestros amigos en las graderías, mientras yo me apuraba detrás de Stan. “Tienes suerte de no haber estado entre los primeros” gruñó él. “La gente está empezando a apostar si tu ibas a presentarte o no”.
“¿De verdad?” le pregunte alegremente. “¿Como están las probabilidades? Por qué aún estoy a tiempo de cambiar de opinión”.
Sus ojos entrecerrados me dieron una advertencia que no necesitaba palabras mientras entrabamos al área de espera adjunta al campo, debajo de las graderías. Yo siempre había estado asombrada en los años pasados, por todo el trabajo que requerían estas pruebas, y no estaba menos impresionada ahora que las veía de cerca. Las barracas en la que los novatos esperábamos fueron construidas de madera, con un techo que la completaba. La estructura se veía tan fuerte como si hubiera sido parte del estadio desde siempre. Había sido construida con una rapidez remarcable y sería desmontada de la misma forma, una vez que las pruebas terminaran. Una puerta de tres personas de ancho daba una visión parcial de lo que pasaba al campo, donde mis compañeros de clase esperaban ansiosamente. Todo tipo de obstáculos esperaban allí, retos pensados para probar el equilibrio y la coordinación de los estudiantes mientras esquivaban los guardianes adultos que estarían escondidos alrededor de objetos y las esquinas. Pasillos de madera habían sido construidos al final del campo, creando un oscuro y confuso laberinto. Redes e inestables plataformas estaban repartidas alrededor de otras áreas, diseñadas para ver que tan aptos éramos para luchar bajo condiciones difíciles.
Algunos de los otros novatos, estaban amontonados en la puerta, esperando obtener alguna ventaja al ver a los que iban primero que ellos. Yo no. Yo saldría sin saber que iba a pasar, dispuesta a enfrentarme cualquier cosa que ellos prepararan para mí. Estudiar el campo ahora simplemente me haría pensar demasiado y asustarme. Calmarme era lo que necesitaba ahora. Así que me recosté contra una de las paredes de la barraca y observé la gente a mí alrededor. Parece que yo realmente fui la última en presentarme, y me preguntaba si alguien había perdido dinero al apostar en mi contra. Algunos de mis compañeros de clase estaban reunidos en pequeños grupos. Algunos estaban haciendo estiramiento y otros ejercicios de calentamiento. Otros estaban con instructores que habían sido mentores. Esos profesores hablaban intensamente con sus estudiantes, dándoles consejos de último minuto. Yo escuchaba constantemente palabras como concéntrate y cálmate. Verlos hizo que mi corazón se encogiera. No hace muncho tiempo, así era como me imaginaba este día. Me imaginaba a Dimitri a mi lado, mientras él me decía que me tomara esto en serio y que no perdiera mi calma cuando saliera al campo. Alberta había hecho una buena labor como mentora desde que regresé de Rusia, pero como capitana, ella estaba afuera en el campo, ocupada con todas sus responsabilidades. Ella no tenía tiempo para venir y sostener mi mano. Mis amigos que hubieran podido venir a ofrecerme su apoyo- Eddie, Meredith, y otros- Estaban envueltos en sus propios miedos. Yo estaba sola.
Sin ella o Dimitri - o bien, cualquiera- Sentía un sorpresivo ataque de soledad fluyendo a través de mi. Dimitri debería haber estado aquí conmigo. Así es como se suponía que fuera. Cerrando mis ojos, me permití imaginarme que él estaba realmente aquí, a unos pocos centímetros mientras hablábamos.
“No te preocupes, camarada. Yo puedo hacer esto con los ojos vendados. Infiernos, a lo mejor yo de hecho deba hacerlo. ¿Tienes algo que pueda usar? Si eres amable conmigo, hasta podría dejarte amarrármelo”. Dado que esta fantasía hubiera tomado lugar después de que dormimos juntos y habíamos decidido hacer que las cosas funcionaran, había una fuerte posibilidad de que él me hubiera ayudado a quitarme esa venda- entre otras cosas.
Yo podía imaginarme perfectamente la sacudida exasperada de cabezaque ese comentario me hubiera hecho obtener. “Rose, lo juro, algunas veces parece que cada día que paso contigo es mi propia prueba personal.” Pero yo se que de cualquier forma, el hubiera sonreído y la mirada alentadora y llena de orgullo que él me hubiera dado mientras me dirigía hacia el campo, hubiera sido todo lo que necesitaba para pasar los exámenes- “¿Estás meditando?”
Abrí mis ojos, sorprendida por esa voz. “¿Mamá? ¿Qué estás haciendo aquí?”Frente a mi estaba Janine Hathaway, mi madre, quien era unos pocos centímetros más baja que yo pero tenía la suficiente energía en su interior para luchar contra alguien del doble de mi tamaño. La mirada peligrosa en su bronceada cara retaba a cualquiera a que la desafiara. Ella me dio una sonrisa seca y puso una mano en su cadera.
“¿honestamente pensabas que no iba a venir a verte?”
“No lose” Admití, sintiéndome casi culpable por dudar de ella. Ella y yo no hemos tenido mucho contacto durante los años, y fueron sólo los eventos recientes-la mayoría de ellos malos- que comenzaron a restablecer la conexión entre nosotras. La mayor parte del tiempo, no sabía que sentir por ella. Yo oscilaba entre un poco de necesidad infantil por su madre ausente y el resentimiento adolescente por su abandono. “Pensé que tenias, ya sabes, cosas más importantes que hacer”
“No había nada que pudiera hacerme perder esto” dijo ella firmemente. Ella inclinó su cabeza hacia la puerta, haciendo que sus rizos rojizos se balancearan. “A tu padre tampoco”.
“¿Qué?”
Me apresuré hacia la puerta y eché un vistazo al campo. Mi vista no era fantástica, gracias a todos los obstáculos en el camino, pero era lo suficientemente buena. Allí estaba él: Abe Mazur. El era realmente fácil de encontrar con su barba y bigote negro y con su bufanda verde esmeralda anudada alrededor de su camisa de vestir negra. Yo incluso podía entrever el brillo de su arete de oro. El tenía que estar derritiéndose en este calor, pero al parecer se necesitaba algo más que un poco de sudor para calmar su llamativo sentido de la moda.Si mi relación con mi madre era incipiente, mi relación con mi padre simplemente no existía. Lo conocí en Mayo, e incluso así, no fue hasta que regresé que me enteré de que era su hija. Todos los dhampirs tenemos un padre Moroi, y él era el mío. Yo aún no estaba segura de como sentirme al respecto. La mayor parte de su pasado era un misterio, pero había bastantes rumores de que él estaba envuelto en negocios ilegales. La gente también actuaba como si fuera del tipo rompe-rodillas, y a pesar de haber visto pocas evidencias de esto, no me sorprendía. En Rusia era conocido como Zmey: La serpiente.
Mientras lo miraba anonadada, mi mamá se acercó a mi lado. “El va a ponerse feliz de que hayas llegado a tiempo” dijo ella. “El estaba organizando una gran apuesta a cerca de si te ibas a presentar o no. El puso su dinero a tu favor, si eso te hace sentir mejor”. Yo gruñí. “Por supuesto. Claro que el tenía que ser el organizador de la apuesta. Debería haberlo sabido tan pronto como - Mi mandíbula cayó abierta.
” ¿El está hablando con Adrian?” Si. Sentado al lado de Abe estaba Adrian Ivashkov- Mi casi novio. Adrian era un Moroi de la realeza- y otro usuario del espíritu como Lissa. El había estado loco por mí desde que nos conocimos, pero yo sólo tenía ojos para Dimitri. Después de fallar en Rusia, yo regresé y le había prometido a Adrian una oportunidad. Para mi sorpresa las cosas habían salido... bien entre nosotros. Incluso fantásticas. El me había escrito una propuesta de por qué salir con él era la decisión correcta. Incluía cosas como “Dejaré los cigarrillos a menos que de verdad, de verdad necesite uno” y “Prepararé sorpresas románticas cada semana como: un picnic repentino, rosas o un viaje a Paris- Aunque no realmente ninguna de las anteriores porque ahora no serían una sorpresa.”
No era como con Dimitri, pero entonces, supongo que dos relaciones no pueden ser exactamente iguales. Yo aún estaba decidida a salvar a Dimitri, pero eso no significaba que mi vida romántica había terminado- algo que me tomó un tiempo aceptar. Adrian me hacía feliz. Y por ahora, eso era suficiente.
Pero eso tampoco significabaque yo lo quisiera cerca del pirata mafioso de mi padre. “¡El es una mala influencia!” Protesté.
Mi madre resopló. “Realmente dudo que Adrian pueda influenciar tanto a Abe.”
“¡No Adrian! Abe. Adrian está intentando comportarse mejor. Abe lo arruinará todo.” Además de dejar de fumar, Adrian había jurado dejar de beber entre otros vicios en su propuesta. Yo bizqueé entre la multitud de las graderías para verlo a él y a Abe, tratando de adivinar que tema podría ser tan interesante.
“¿De que están hablando?”
“Creo que esa es la menor de tus preocupaciones en este momento”. Janine Hathaway era demasiado práctica. “Preocúpate menos por ellos, y más por ese campo”
“¿Crees que estén hablando sobre mi?” “¡Rose!” Mi mamá me dio un ligero golpe en el brazo, y yo arrastre mis ojos de vuelta a ella. “Tienes que tomarte esto en serio. Mantén la calma y no te distraigas”. Sus palabras se parecían tanto a lo que imaginé que diría Dimitri, que una pequeña sonrisa se instaló en mi cara. No estaba sola después de todo. “¿Qué es tan gracioso?” Me pregunto ella con cautela. “Nada” dije yo, dándole un abrazo. Ella estaba petrificada al principio, pero entonces se relajó, abrazándome brevemente antes de retirarse. “Me alegra que estés aquí”.
Mi madre no era del tipo afectivo, y la sorprendí fuera de guardia. “Bien” dijo ella, obviamente aturdida, “Te dije que no me lo perdería.”
Yo miré de nuevo hacia las graderías. “Abe, por otro lado, no estoy tan segura”
O... espera. Una extraña idea se me ocurrió. No, no tan extraña de hecho. Turbio o no, Abe tiene conexiones- algunas lo suficientemente extensas para mandarle un mensaje a la prisión a Víctor Dashkov.
Abe le había pedido información sobre Robert Doru, como un favor para mí.
Cuando Víctor le envió un mensaje de vuelta diciendo que no tenía ninguna razón para ayudarle a Abe, rechacé demasiado pronto a mi padre y me apresuré con la idea de sacarlo de prisión. Pero ahora-
“Rosemarie Hathaway!”
Fue Alberta quien me llamó, su voz sonando fuerte y clara. Era como una trompeta, una llamada a la batalla. Todos los pensamientos sobre Abe y Adrian-y si, incluso Dimitri- se desvanecieron de mi mente. Creo que mi madre me deseó buena suerte, pero las palabras exactas se perdieron mientras me apresuraba hacia el campo donde me esperaba Alberta. La adrenalina corría por mis venas. Mi pulso se aceleró de nuevo. Toda mi atención estaba ahora en lo que tenía adelante: la prueba que finalmente me convertiría en una guardiana.