El capitulo 14 está en el Blog Hermanito Nenas Belikov
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Traducido por Evelin en el foro Purple Rose
Abe le echo una mirada a uno de sus guardianes y asintió con la cabeza rápidamente. El hombre de inmediato se alejo. “Esta hecho,” Dijo Abe.
“Solo así?” Pregunte con incredulidad.
Sus labios se arquearon en una sonrisa. “Rolan sabe quien soy yo. El conoce quien trabaja para mí. Una vez que Pavel hace…ah conocer mis deseos, se dan por terminados.”
Me estremecí, sabiendo que Abe decía la verdad. Considerando lo malditamente sabionda que había sido con Abe todo este tiempo, lo que realmente era un milagro que no hubiera tenido mis pies clavados en el cemento y haber sido arrojada al océano. “Entonces porque no estas arrastrándome a la fuerza fuera de aquí?”
“Nunca me gusta obligar que alguien haga algo que no quieren hacer. Incluso a Rolan. Es mucho mas fácil si las persona simplemente entra en razón y hacen lo que yo pido, sin hacer uso de la fuerza.”
“Y por entrar en razón” Quieres decir, -Chantajear-”, le dije pensando en lo que yo había aceptado.
“Hicimos un negocio,” dijo. “Eso es todo. No olvides el fin del trato. Prometiste irte de aquí y no pareces del tipo de persona que no cumple con su palabra.”
“No lo soy.”
“Rose!”
Viktoria de repente apareció en la puerta. Wow, eso fue rápido. Pavel estaba tranquilamente arrastrándola por el brazo. Su cabello estaba revuelto y una tira de su vestido estaba resbalándose por su hombro. Su cara era una mezcla de incredulidad y rabia. “Que hiciste? Ese tipo vino y le dijo a Rolan que se largara de aquí y que nunca jamás me volviera a ver! Y luego…Rolan acepto. Y se fue.”
Me pareció ligeramente gracioso que Viktoria inmediatamente me culpo por eso. Cierto, yo era la responsable, pero Abe estaba parado justo allí. Y no era un secreto quienes eran sus empleados. Aun así, defendí mis acciones.
“El te estaba usando,” le dije.
Había lágrimas en sus ojos color marrón. “El me ama.”
“Si el te ama, entonces porque se me insinuaba tan pronto dabas la espalda?”
“No lo hizo.”
“El es el que embarazo a Sonya.”
Incluso con la poca luz del callejón, vi su pálida cara. “Eso es una mentira”
Tire mis manos hacia arriba. “Porque te haría eso? El quería hacer planes conmigo tan pronto tu estuvieras fuera de la ciudad!”
“Si el lo hizo,” Dijo, con voz temblorosa, “Fue porque tu lo llevaste a eso.”
Me quede boquiabierta. A mi lado, Abe escuchaba en silencio, con una mirada de arrogancia en su cara. El estaba tan satisfecho e si mismo y probablemente pensó que estaba demostrando lo correcto. Yo quería golpearlo, pero Viktoria era mi preocupación.
“Como puedes pensar eso? Soy tu amiga” le dije.
“Si fueras mi amiga, no estarías actuando así. No tratarías de ser un obstáculo en mi camino. Actúas como si amaras a mi hermano, pero no hay forma en la que lo hagas- de ninguna manera verdaderamente entiendes el amor!”
No entendía el amor? Estaba loca? Si solo ella sabia lo que había sacrificado por Dimitri, lo que había hecho para estar donde ahora me encontraba…todo por el amor.
Ella era la única que no lo podía entender. El amor no era una aventura en la última habitación de una fiesta. Era algo por lo que vivías o morías. Mis emociones resurgieron, y la oscuridad que brotaba dentro de mi me hizo querer repartir golpes en regreso de su horrible acusación. Fue solo a través de mis más grandes esfuerzos que recordé que ella estaba sufriendo, y que solo decía esas cosas porque estaba confundida y enojada.
“Viktoria, lo entiendo y lo siento. Solo estoy haciendo esto porque tu eres mi amiga. Me preocupo por ti.”
“No eres mi amiga,” Dijo entre dientes. “No eres parte de esta familia. No entiendes nada acerca de nosotros o como vivimos! Desearía que nunca hubieras venido aquí.” Ella se dio la vuelta y tomo distancia, empujándose de regreso a través de la larga fila de asistentes a la fiesta. Me dolió el corazón cuando la mire.
Me volví hacia Abe. “Ella va a tratar de encontrarlo.”
Todavía llevaba esa detestable expresión. “Eso no importa. El no tendrá nada que hacer con ella ya más. No si el valora su propia cara.” Estaba preocupada por Viktoria pero de alguna manera tuve la sensación de que Abe tenia la razón acerca de Rolan. Así que Rolan ya no seria un problema. En cuanto al siguiente chico de Viktoria…bueno, esa era una preocupación para otro día.
“Bien. Pues terminamos aquí. No me sigas nunca más,” gruñí.
“Cumple tu promesa de irte de Baia y no tendré que hacerlo.”
Entrecerré mis ojos. Ya te lo dije: Yo siempre cumplo mis promesas.”
Me apresure de regreso a la casa de los Belikov, de repente me pregunte si eso era verdad. La ruptura con Abe y Viktoria era como agua fría en mi cara. Que estaba haciendo aquí? Hasta cierto punto, Abe había tenido la razón…me había estado engañando a mi misma, pretendiendo que la familia de Dimitri era mía, con el propósito de aliviar mi sufrimiento por el. Pero ellos no lo eran. Este no era mi hogar.
La Academia tampoco era mi hogar, ya no. La única cosa que había dejado era mi promesa- mi promesa a Dimitri. La promesa que de alguna manera había perdido de vista desde que llegue aquí.
Algunos de los Belikov estaban en la cama cuando llegué a casa, pero otros estaban todavía en la sala de estar. Subí las escaleras hasta mi habitación, esperando ansiosamente que Viktoria llegara. Media hora mas tarde oí pasos en la escalera y el sonido de su puerta cerrándose. Toque la puerta gentilmente.
“Viktoria,” Dije en voz baja. “Soy yo. Por favor háblame.”
“No!” Fue la respuesta. “No quiero volverte a hablar.”
“Viktoria-”
“Vete!”
“Solo estoy preocupada por ti.”
“No eres mi hermano! Ni siquiera eres mi hermana. No tienes lugar aquí!”
Ouch. Su voz era ahogada por la puerta, pero no quería arriesgarme a una pelea en la pasillo y dejar que lo otros oigan. Yendo a mi habitación, mi corazón se rompió, me pare en frente del espejo. Fue entonces que supe que ella tenía razón. Incluso Abe tenia la razón. Baia no era mi lugar.
En un instante, mis escasas pertenencias estuvieron empacadas, pero vacile antes de bajar las escaleras. La puerta cerrada de Viktoria se encontraba en frente mío y tuve que luchar con el deseo de tocar otra vez. Si lo hacia, eso solo daría inicio a otra pelea. O, tal vez pero aun, ella me perdonaría- y lego me querría quedarme por siempre, perdida en el bienestar de la familia Belikov y de su simple vida.
Tomando un profundo respiro, me dirigí escaleras abajo y salí por la puerta principal.
Quería decirles adiós a los demás, pero me preocupaba que lo mismo pudiera pasar, que vería sus cara y cambiaria de opinión. Tenia que irme, me di cuenta. Estaba enojada con Viktoria y con Abe. Sus palabras me habían lastimado, pero había verdad en ellas. Esta no era mi mundo. Yo tenía otras cosas que hacer con mi vida. Y tenía muchas promesas por cumplir.
Cuando estuve a ocho cuadras de distancia, disminuí el paso, no porque estuviera cansada pero si porque no estaba segura de a donde estaba yendo. Dejar esa casa había sido un paso muy grande. Me hundí en la acera en frente del oscuro y silencioso jardín de un vecino. Quería llorar sin saber porque. Quería mi antigua vida. Quería a Dimitri y a Lissa. Oh Dios, los quería.
Pero Dimitri se había ido y la única manera de verlo era si verdaderamente partía para matarlo.
Y en cuando a Lissa…ella más o menos se había ido también. Incluso si sobrevivía a esto, no creía que ella podría perdonarme. Sentada allí, sintiéndome perdida y sola, trate de llegar a ella una vez más. Yo sabía que eso era tonto, considerando lo que había visto antes, pero tenía que intentarlo una vez más. Tenia que saber si realmente tenía mi antiguo lugar de regreso. Me deslice al interior de su mente al instante, mis desembocadas emociones hicieron la transición mas fácil. Ella estaba en un jet privado.
Si Jill había estado sorprendida por el encuentro con los estudiantes Elite de St. Vladimir, ir con ellos en un viaje la hacia sentirse totalmente en estado de coma. Ella miro todo con los ojos bien abiertos y a penas dijo una palabra durante todo el vuelo a la Corte Real. Cuando Avery le ofreció una copa de champán, Jill apenas podía balbucear “N- no gracias.” Después de eso, los demás parecieron olvidarse de ella y se entusiasmaron con sus propias conversaciones. Lissa noto a Jill intranquila pero no hizo mucho para remediarlo. Eso me sorprendió. La Lissa que yo había conocido habría hecho que Jill se sintiera cómoda e incluida. Afortunadamente, la joven chica parecía perfectamente entretenida viendo las payasadas de los demás.
También me sentí mas relajada al saber que Jill estaría bien una vez ella se reuniera con Mia. Lissa había enviado un recado dirigido a Mia para que recogiera a Jill cuando aterrizaran, viendo como Lissa y los demás tenían que atender una de las funciones de Tatiana de inmediato. Mia le había dicho que ella tomaría a Jill bajo su ala por el fin de semana y le mostraria algunas cosas innovadoras que había aprendido hacer con su magia del agua. Lissa se alegro por eso, feliz de que ella no seria la niñera de una estudiante de primer año todo el fin de semana.
Incluso si Jill estaba totalmente fuera del radar de Lissa una persona no lo estaba: Reed el hermano de Avery. Su padre había decidido que seria una buena idea para Reed ir con ellos, y viendo como el señor. -perdón- el Director Lazar había desempeñado un papel clave trabajando con Tatiana al organizar este viaje, había un pequeño argumento. Avery rodo sus ojos y hablando con Lissa acerca de eso secretamente, justo antes de el abordaje.
“Estamos montando tu reputación,” Dijo Avery. “Parte de la razón que mi Papa me dejara venir era porque tienes buenas relaciones con la reina, y el quiere que eso se le prenda a Reed-y al resto de la familia”.
Lissa trato de no ponerle demasiada lógica. Principalmente, ella estaba molesta porque Reed Lazar era todavía tan desagradable como había sido el primer día que ellos se conocieron. Verdaderamente el era el polo opuesto de Avery. El no era mezquino o algo; solamente se sentía incomoda estando alrededor de el. En vista de que ella siempre estaba animada y podía entablar una conversación, el se quedo con la boca cerrada y solo hablo cuando le hablaban. Lissa no podía realmente decir si eso era timidez o arrogancia.
Cuando Lissa había tratado de preguntarle si estaba entusiasmado con ir a la Corte, Reed se había simplemente encogido de hombros. “Lo que sea. No me importa.” El tono de su voz había sido casi hostil, como si estuviera resentido con la pregunta, así que ella renuncio a todos los intentos de entablar una conversación. La única persona, aparte de su hermana, que Lisa vio a Reed alguna vez hablando fue a Simon el guardián de Avery. El también había venido.
Cuando el avión aterrizo, Mia era tan buena como sus palabras. Saludo con entusiasmo cuando Lissa bajo del avión, sus rubios risos se sacudían en el viento. Lissa le devolvió la sonrisa y se dieron la una a la otra un abrazo de lado, algo que nunca fallaba en divertirme dado su antiguo estado de enemigas.
Lissa hizo las presentaciones para aquellos que lo necesitaban cuando una escolta de guardianes los llevó fuera de la pista de aterrizaje hacia la parte interior de la Corte. Mia le dio a Jill una bienvenida tan calurosa que la intranquilidad de la joven chica se desvaneció y el entusiasmo brillo en sus verdes ojos. Sonriendo afectuosamente, Mia desvió su mirada de Jill hacia Lissa.
“Donde esta Rose?”
Se hizo silencio, seguido por las miradas incomodas.
“Que?” Demando Mia. “Que dije?”
“Rose de fue,” Dijo Lissa. “Lo siento….pensé que tu lo sabias. Ella se retiro y se fue después del ataque porque habían algunas cosas…cosas personales...de las que ella necesitaba encargarse.”
Lissa temía que Mia le preguntara sobre las cosas personales. Solo pocas personas sabían acerca de la mi búsqueda de Dimitri y Lissa quería mantenerlo de esa manera.
La mayoría creían que yo solo había desaparecido por el trauma post-batalla. La siguiente pregunta de Mia sorprendió completamente a Lissa.
“Porque no fuiste con ella?”
“Que?” Lissa balbuceo. “Porque haría eso?” Rose se retiro. De ninguna manera me iría.”
“Si, supongo.” Mia se volvió especulativa. “Ustedes son tan unidas- aun sin estar pegadas. Asumí que se seguirían la una a la otra hasta el fin de la tierra y descubrirían los detalles después.” La propia vida de Mia había pasado a través de tanta agitación que ella tomo las cosas con calma.
Era rara, la fluctuante ira que había sentido aparecer de repente en Lissa de vez en cuando, ella irguió su cabeza y se dio la vuelta a Mia. “Si, bueno, si éramos tan cercanas, al parecer no me habría dejado en primer lugar. Ella es la egoísta, no yo.”
Las palabras me atravesaron y claramente conmocionaron a Mia. Ella tenía su propio carácter, y simplemente alzo sus manos en forma de disculpa.
Verdaderamente había cambiado. “Lo siento. No estaba tratando de acusarte de nada.” Lissa no dijo nada más. Desde mi partida, ella se echaba la culpa por muchas cosas.
Ella había reconsiderado una y otra vez las cosas que pudo haber hecho por mí antes o después del ataque, las cosas que podría haber echo que me quedara. Pero nunca se le había ocurrido irse conmigo y esa revelación la golpeo como una bofetada en la cara. Las palabras de Mia la hacían sentir culpable y enojada al mismo tiempo- ella no estaba segura con quien estaba más furiosa: conmigo o con ella misma.
“Se lo que estas pensando,” Dijo Adrian unos minutos mas tarde una vez que Mia había llevado a Jill lejos y le prometió que se encontrarían mas adelante.
“Que, ahora lees mentes?” Pregunto Lissa.
“No tengo que hacerlo. Esta escrito sobre tu cara. Y Rose nunca te hubiera dejado ir con ella, así que deja de sufrir por eso.”
Entraron el la vivienda de huéspedes reales, la cual era tan exuberante y opulenta como había sido cuando me había quedado allí. “No sabes eso. Pude haberla convencido.”
“No,” Dijo Adrian cortantemente. “No hubieras podido. Lo digo en serio- no te des a ti misma una cosa mas por la cual estar deprimida.”
“Hey, quien dijo que estoy deprimida? Como dije, ella me abandono.”
Adrian se sorprendió. Desde mi partida, Lissa había estado más triste que nada. De ves en cuando se había enojado por mi decisión, pero ni Adrian y yo habíamos visto tanta vehemencia por parte de ella. Sentimientos oscuros hervían en su corazón.
“Pensé que lo entendías,” Dijo Adrian, con un pequeño gesto desconcertado. “Pensé que habías dicho que tu-“
Avery de repente interrumpió, dándole a Adrian una mirada penetrante. “Hey, hey. Déjala en paz, de acuerdo? Te veremos en la recepción.”
Ellos estaban a un punto en donde los grupos tenían que dividirse, las chicas iban a una parte del hospedaje y los chicos al otro. Adrian parecía como si se quisiera decir algo mas, pero en vez de eso el asintió y se dirigió afuera con Reed y un par de guardianes. Avery puso gentilmente un brazo alrededor de Lissa mientras la figura de Adrian se retiraba.
“Estas bien? La normal sonrisa en la cara de Avery estaba llena de preocupación. Eso sobresalto a Lissa de la misma manera en la que los momentos de seriedad de Adrian me sorprendían.
“Supongo, No lo se.”
“No te culpes por lo que pudiste o debiste haber hecho. El pasado es pasado. Sigue adelante hacia el futuro.”
El corazón de Lissa estaba todavía pesado, su humor era mas negro de lo había estado en mucho tiempo. Consiguió dar una sonrisa. “Creo que eso es lo mas sabio que jamás hayas dicho.”
“Lo se, puedes creerlo. Crees que impresionara a Adrian?”
Ellas se fundieron en una sonrisa, pero a pesar de su apariencia alegre, Lissa estaba todavía clavada por los bruscos comentarios de Mia. Habían herido a Lissa de una manera que no hubiera pensado posible.
Lo que verdaderamente más le molestaba no era la idea de que si habría venido conmigo, ella podía haberme mantenido fuera de problemas. No. Su principal problema era que no había pensado venir conmigo en primer lugar. Yo era su mejor amiga. Y si ella estaba preocupada, debería de haber sido una reacción inmediata por mi partida. Y no lo había sido y ahora Lissa estaba atormentada con más culpa de lo usual. La culpa estaba consumiéndolo todo, y ella ocasionalmente la transformaba en ira para hacer el dolor mas fácil. Pero eso no ayudaba mucho.
Su estado de ánimo no mejoraba tampoco, mientras que la noche avanzaba. No mucho después de la llegada del grupo, la reina ofreció una pequeña recepción para todos los visitantes de la elite que habían llegado a la Corte. Lissa fue descubriendo rápidamente que la reina siempre parecía ser la anfitriona de una que otra fiesta. En un punto en su vida, Lissa hubiera considerado esa diversión. Ya no lo hacia, al menos no cuando se trataba de este tipo de fiestas.
Pero manteniendo sus oscuros sentimientos bajo llave, Lissa quedaba bien jugando al papel de una agradable chica real. La reina parecía feliz de que Lissa tenía una “apropiada” amiga real y estaba igual de contenta cuando Lissa impresiono a los otros de la realiza y dignatarios a los que ella estaba presentando. Por un momento, sin embargo la determinación de Lissa casi tambaleo.
“Antes de salir,” Dijo Tatiana, “Deberíamos ver de cerca de tus guardianes.”
Ella y Lissa se quedaron con un grupo de admiradores y seguidores los cuales se mantenían una distancia respetuosa. Lissa había estado mirando distraídamente las burbujas de su intacto champán, así que se levanto la mirada de inmediato.
“Guardianes, su majestad?”
“Bueno, no hay una manera delicada de decirlo, pero ahora, para bien o para mal, usted esta sin ninguna protección.” La reina hizo una pausa respetuosamente. “Belikov era un buen hombre.”
Mi nombre naturalmente no salió de sus labios. Yo también podría no haber existido. Ella nunca me había agradado, particularmente desde que pensó que yo me iba a escapar con Adrian. Así fue, Lisa había notado a Tatiana mirando con alguna consideración mientras Avery y Adrian coqueteaban. Era difícil decir si la reina lo desaprobaba. En otro lado de la fiesta, Avery parecía una modelo- salvo que Tatiana había querido eventualmente que Lissa y Adrian se juntaran.
“No necesito protección en este momento,” Dijo Lissa cortésmente, apretando su corazón.
“No, pero estarás fuera de la escuela muy pronto. Creemos que hemos encontrado algunos candidatos excelentes para ti. Uno de ellos es una mujer- fue una suerte encontrarla.”
“Janine Hathaway se ofreció para ser mi guardián,” Dijo Lissa de repente. Yo no sabía eso, pero mientras ella hablaba, leí la historia en su mente. Mi Mama se había acercado a ella no mucho después de que me fui. Estaba un poco sorprendida. Mi Mama era muy leal a su asignación actual. Eso seguramente había sido un gran traslado para ella.
“Janine Hathaway?” las cejas de Tatiana subieron casi hasta la línea de su cabello. “Estoy segura que ella tiene otros compromisos. No, nosotros tenemos mejores opciones. Esta joven chica apenas es dos años mayor que usted.”
Una opción mejor que Janine Hathaway? No es posible. Antes de Dimitri, mi Mama había sido el estándar de oro por el cual yo media todas las habilidades en diferentes áreas.
La “Joven” de la que hablaba Tatiana, era sin duda alguien bajo el control de la reina- y lo mas importante, no era una Hathaway. A la reina no le agradaba mi madre más que lo que yo le agradaba. Una vez, cuando Tatiana había estado regañándome por algo, ella había hecho referencia de un hombre con el que mi mama había estado involucrada- alguien a quien se sospecha podría ser mi padre, un tipo llamado Ibrahim. Lo curioso fue, que la reina había casi sonado como si ella alguna vez se había interesado en ese tipo también, y me pregunte si esa era una parte del desagrado por mi familia.
Lissa le dio una sonrisa forzada a la reina y le agradeció por la consideración. Lissa y yo entendíamos lo que estaba pasando. Este era el juego de Tatiana. Todo el mundo era parte de su plan y no había manera para ir en contra de su voluntad.
Por un breve momento, Lissa tuvo ese extraño pensamiento de nuevo, de algo que Victor Dashkov le había dicho una vez. Aparte de sus locos asesinatos y planes de secuestros, Victor había también querido comenzar una revolución entre los Moroi. El creía que la distribución del poder estaba mal- algo que Lissa ocasionalmente creía también- y que eso era manejado de manera injusta por aquellos que tenían demasiado control. El momento se había ido casi tan pronto como llegó. Victor Dashkov estaba loco villano cuyas ideas no merecían ningún reconocimiento.
Entonces, con la cortesía permitida, Lissa se excusó con la reina y se dirigió a través de la habitación, sintiendo que estaba a punto de explotar con el dolor y la ira. Ella por poco sale corriendo hacia Avery cuando ella lo hizo.
“Dios,” Dijo Avery. “Crees que Reed podría avergonzarme mas? Dos personas han tratado de entablar una conversación con el y continua asustándolos. En realidad le dijo a Robin Badica que se callara. Quiero decir, si, ella seguía y seguía hablando, pero aun así, eso no esta bien.” La mirada dramática de Avery se desvaneció cuando ella tomaba la cara de Lissa. “Hey, que pasa?”
Lissa miro a Tatiana y luego se dio vuelta de nueva a Avery, tomando el bienestar de los ojos azules-grisáceos de su amiga. “Necesito salir de aquí.” Lissa tomo un profundo respiro para calmarse. “Recuerda todas esas cosas buenas que decías sabe? Cuando van a ocurrir?”
Avery sonrió. “Tan pronto como tu quieras.”
Regrese a mi misma, sentada en la acera. Mis emociones me estaban todavía volviendo loca, y mis ojos estaban luchando contra mis lágrimas. Mis dudas interiores estaban confirmadas: Lissa no me necesitaba mas…y sin embargo, todavía tenia la sensación de que había algo raro ocurriendo y que no pude dar en el clavo. Supuse que su culpa por el comentario de Mia o los efectos secundarios podían afectarla, pero aun así…Ella no era la misma Lissa.
Los pasos en la acera me hicieron mirar hacia arriba. De todas las personas que podrían haberme encontrado, hubiera esperado a Abe o tal vez a Viktoria.
Pero ellos no eran.
Era Yeva.
La anciana se quedo allí parada, con un manto sobre sus estrechos hombros, y con sus cortantes y astutos ojos mirándome con desaprobación. Suspiré.
Que paso? Me le parecí a su hermana?” Le pregunte. Tal vez había un beneficio en nuestra barrera idiomática. Ella frunció los labios.
“No puedes quedarte aquí mas tiempo,” Dijo.
Quede boquiabierta.
“Usted…usted habla Español?
Ella resoplo. “Por supuesto”.
Me quede paralizada. “Todo este tiempo había estado fingiendo que no sabia? Esta haciendo a Paul jugar como traductor?”
“Es mas fácil,” Dijo simplemente. “ Evitas muchas conversaciones molestas cuando no hablas el idioma. Y he encontrado a los Americanos teniendo las conversaciones mas molestas de todas.”
Yo todavía estaba horrorizada. “Usted ni siquiera me conoce! Pero desde el primer día, me lo ha estado haciendo un infierno. Porque? Porque me odia?”
“No te odio. Pero estoy decepcionada.”
“Decepcionada? Como?”
“Soñé que vendrías.”
“Ya oí eso. Usted sueña mucho?”
“Algunas veces,” Dijo ella. La luz de la luna brillaba en sus ojos, dándole la una apariencia de otro mundo. Un escalofrió recorrió mi espina dorsal. “Algunas veces mis sueños son ciertos. Algunas veces no. Soñé que Dimka estaba muerto, pero no quise creerlo, no hasta que tuve pruebas. Tu eras mi prueba.”
“Y por eso usted esta decepcionada?”
Yeva apretó la manta con mas fuerza a su alrededor. “No. En mis sueños, brillabas, ardías como una estrella y te vi como un guerrero, alguien que podría hacer grandes cosas. En su lugar? Te has sentado alrededor y has andado abatida. No has hecho nada. No has hecho lo que viniste a hacer.”
La estudié, preguntándome si ella realmente sabia de lo que estaba hablando. “Y que es eso exactamente?”
“Tu sabes que es. Soñé eso, también.”
Espere que dijera mas, cuando no lo hizo, me reí. “Vaga respuesta. Eres tan mala como cualquier estafador adivino.”
Aun en la oscuridad, pude ver la ira encendiéndose en sus ojos. “Has venido aquí a buscar a Dimka. Para tratar de matarlo. Tiene que encontrarlo.”
“Que quiere decir con intentar?” no quería creerle, no quería creer que ella podría conocer mi futuro. Sin embargo, quede atrapada. “Has visto lo que sucede? Lo mato?”
“No puedo verlo todo.”
“Oh. Fantástico.”
“Solo vi que tienes que encontrarlo.”
“Pero eso es todo lo que tienes? Yo ya sabia eso!”
“Eso es lo que vi.”
Gemí. “Maldición, no tengo tiempo para estas enigmáticas pistas. Si no me puede ayudar, entonces no diga nada.”
Ella se quedo en silencio.
Colgué mi mochila sobre mi hombro. “Bien. Me voy entonces.” Y así, yo sabia a donde iría. “Dile a los demás..Bueno, diles que gracias por todo. Y que lo siento mucho.”
“Estas haciendo lo correcto,” Dijo. “Aquí no es donde deberías estar.”
“Eso he oído,” mascullé, alejándome.
Me pregunte si ella diría algo más: castígame, maldíceme, dame mas misteriosas palabra de “sabiduría”. Pero ella se quedo en silencio y yo no mire hacia atrás.
No tenía un hogar, ni aquí ni en América. La única cosa que me quedo era hacer lo que había venido a hacer. Le había dicho a Abe que cumplo mis promesas. Lo haría.
Dejaría Baia como le dije. Y mataría a Dimitri, como me había prometido a mi misma que lo haría.
Sabía a donde iría ahora. La dirección nunca había salido de mi mente:
83 Kasakova. No sabia donde era, pero una vez llegue al centro de la ciudad, encontré a un tipo caminando por la calle que me dio las direcciones. La dirección estaba cerca, solo cerca de una milla y me dirigí a cabo a un ritmo completamente acelerado.
Cuando llegue a la casa, estaba contenta de ver que las luces seguían encendidas. A pesar de estar molesta y furiosa, no quería despertar a nadie. Además no quería hablar con Nikolai y me sentí aliviada cuando Denis abrió la puerta.
Su expresión fue de asombro cuando me vio. A pesar de sus palabras atrevidas en la iglesia, no pensé que el en realidad creyera que yo me asociaría con el y con los otros no-prometidos. El se quedo mudo, asi que inicié la conversación.
“He cambiado de idea. Voy con ustedes.” Tome un gran respiro, preparándome para lo que vendría después. Le había prometido a Abe irme de Baia- Pero no había prometido regresar a los Estados Unidos. “Llévame a Novosibirsk.”
FIN DEL CAPITULO
El capitulo 16 está en el Blog Hermanito Nenas Belikov
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